Trataré de darle un buen uso
a este medio de comunicación, y rendir
honor a la Literatura, un arte muy hermoso. Así que empezaré con reseñas literarias de las obras que he tenido el placer de leer.
Por lo tanto aquí trataré la
última que disfruté, en la madrugada de ayer, sin duda alguna un libro espléndido para disfrutar bajo el frío
de la noche. Canto a mí mismo del gran
poeta norteamericano Walt Whitman
Este es un capitulo de
Leaves of Grass (Hojas de hierba) el libro en el cual este gran poeta dejó toda
su obra, y que sería la base de toda la poesía moderna norteamircana. Cómo dice
en las solapas de este libro Song of Myself (Canto a mí mismo) es una de las
piezas más hermosas de Leaves of grass.
En fin, el prólogo y la
traducción fueron hechos por el poeta español León Felipe, me parece que hizo
un muy buen trabajo. El prólogo es una serie de poemas, o canciones, como se
prefiera, que cuentan algo sobre la obra y el gran poeta, con un estilo muy
similar a los siguientes 52 poemas que componen todo el libro. Nos deja muy
claro que la obra que viene a continuación es un manifiesto para el hombre
común, donde Whitman le recuerda el poder, la magia y toda la alegría que
posee. Según León Felipe, Whitman nos trae unas llaves para recordarnos que
somos ricos,y una consigna que nos habla del heroísmo que cada uno de nosotros
realiza a diario. No tenemos biografía,
más que una vaga reseña de poeta en las solapas del libro, porque según
él "Los grandes poetas no tienen biografía/ tienen destino./ Y el destino no se
narra.../se canta.../ Escuchad." Así concluye el prólogo y se abre paso al
canto.
Es una emocionante aventura
compuesta por cincuenta y dos poemas, cada uno con un estilo libre. No tendrán
las figuras clásicas que marcaron tanto la poesía, ni rima, pero sí comparte la
magia de toda la poesía, él es el padre
del verso libre. Sin utilizar todas las formalidades que la poesía había
tenido, ni utilizar términos complejos, difíciles de asimilar, es más bien un
canto libre, como el de los pájaros. De cada poema podemos encontrar algo que
nos ayudará, porque es de alguna forma una guía para que cada uno se conozca,
su nombre de alguna forma lo indica, porque habla de cantar, que en términos
poeticos puede considerar como revelar, dar a conocer. El nombre es Canto a mí
mismo (song of myself) y Whitman se refiere a eso en serio. No es un canto a él
mismo sino a mí mismo. Habla de todos, por medio de él se identifica por todos
los seres humanos, le canta a la humanidad. Así se abre la gran obra:
Me celebro y me canto a mí mismo
Y lo que diga ahora de mí,
lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo
tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es
tuyo también.
La primera estrofa, que nos
dice: esto es para ti. Además en este
poema revela su espíritu eterno de poeta.
Comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto
hasta que muera.
Por los siguientes versos podemos deducir que
nos quiere dar un mensaje, nos quiere decir algo, similar a lo que diría un
profeta, aunque él jamás se eleva a tal posición, puede que muchas veces diga
que no es humilde (mucho menos
orgulloso) pero sí revela gran humildad en esas líneas. Valora a todos, sin
diferencias entre maestros espirituales, o pobres convictos.
Soy del viejo y de joven,
del necio y el sabio,
indiferente y atento
maternal y paternal...
Soy de una nación gigante
formada de muchas naciones y donde las pequeñas valen
lo mismo que las grandes
(poema 16)
Encarno todas las tragedias:
la del forajido,
la del poseso,
la del convicto,
la del leproso,
la del mendigo....(poema 37)
En el canto también exalta a
cada ser como un individuo y a la vez como toda la humanidad, en los anteriores
versos se tienen términos generalizados para cierta clases de personas, todos
personas al fin y al cabo. Pienso que hace una exaltación a toda la humanidad
desde el individuo. Cuando habla de este individuo trata acerca de cuerpo y
alma, dónde ninguno vale más que el otro, los dos forman un acorde hermoso. Le
rinde un gran culto al "Yo", desde un punto de vista que no trata de
arrogancia, como algún ignorante podría decir, ni tampoco del sentimiento
romántico, sino desde esa maravilla que consiste existir. Nos enseña que cada
uno de nosotros vale más que cualquier otra cosa, para nosotros mismos, un
mensaje de amor hacia nosotros, porque si logramos entender nuestro valor
individual, comprenderemos el valor universal. No debemos rebajarnos, sino
enaltecerlos, esa es la única forma de conseguir nuestros sueños.
Y yo he dicho que el alma no
vale más que el cuerpo ,
y que el cuerpo no vale más
que el alma,
y que nada, ni Dios, es más
grande para uno mismo que uno mismo.
Y aquel que camina una sola
legua sin amor, camina amortajado
hacia su propio funeral.
(poema 48)
Y gran parte de la
espiritualidad, no la hace desde la visión que se había mantenido, en la
cual todo estaba en el cielo y Dios era
una figura inalcanzable, sólo podíamos arrodillarnos y rogar para poder
ascender al cielo, y las referencias que estaban en la tierra eran también
elevadas e inalcanzables. Esto se intentaba remarcar en las altas bóvedas de
las iglesias o en la solemnidad de los templos, para darnos la impresión de que
somos ínfimos frente a la majestuosidad de las cortes celestiales, para whitman
el problema de Dios no lo agobiaba, para él nada esto era una cuestión que
pudiera sacarlo de quicio. Veía a Dios en todo, era tan común y corriente, pues
para él todo era mágico y sagrado, nada era insignificante. Si no se preocupó
por el paraíso, debe haber sido porque en muchas ocasiones lo encontró aquí.
Y digo también: no os preocupéis por Dios
A mí, que todo me preocupa, no me preocupa
Dios.
No me preocupa ni Dios ni la muerte.
(...)En cada hora hay algo
de Dios
y en cada minuto también.
En el rostro de las mujeres
y en el rostro de los hombre
está Dios ,
y en mi propio rostro lo veo
también cuando me miro al espejo. (poema 48)
No soy orgulloso /estoy en
mi sitio solamente (poema 16) Era humilde, amaba todo, por igual y sin
despreciar nada. En Canto a mí mismo hay
maravillosas enseñas para el ser humano común y corriente, escritas en un
lenguaje hermosisimo, con su musicalidad pausada y aparente, con la voz de
anciano sabio que podemos imaginar. Él nos quiso decir muchas cosas, ayudar, en
ese canto. Es una obra llena de una profundidad inigualable y con las palabras
de la persona más corriente. Una lectura que refresca la mente y el alma, para
recordar quiénes somos, de dónde vinimos y a dónde vamos. Para terminar de
invitar a la lectura de tan soberana obra, lo digo con las mismas palabras que
hace Walt Whitman el segundo poema.
Quédate hoy conmigo,
vive conmigo un día y una
noche
y te mostraré el origen de
todos los poemas.
Tendrás entonces todo cuanto
hay grande en la tierra y en
el Sol
(existen además millones de
soles más allá)
y nada tomarás ya nunca de
segunda ni tercera mano,
ni mirarás por los ojos de
los muertos,
ni te nutrirás con el
aspectos de los libros
Tampoco contemplarás el
mundo con mis ojos
ni tomarás las cosas de mis
manos
Aprenderás a escuchar en
todas las direcciones
y dejarás que la esencia del
universo se filtre por tu ser.
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