lunes, 2 de julio de 2012

Canto a mí mismo, Walt Whitman.


Trataré de darle un buen uso a este medio de comunicación, y rendir  honor a la Literatura, un arte muy hermoso. Así que empezaré con  reseñas literarias  de las obras que he tenido el placer de leer.
Por lo tanto aquí trataré la última que disfruté, en la madrugada de ayer, sin duda alguna un  libro espléndido para disfrutar bajo el frío de la noche.  Canto a mí mismo del gran poeta norteamericano Walt Whitman

Este es un capitulo de Leaves of Grass (Hojas de hierba) el libro en el cual este gran poeta dejó toda su obra, y que sería la base de toda la poesía moderna norteamircana. Cómo dice en las solapas de este libro Song of Myself (Canto a mí mismo) es una de las piezas más hermosas de Leaves of grass.
En fin, el prólogo y la traducción fueron hechos por el poeta español León Felipe, me parece que hizo un muy buen trabajo. El prólogo es una serie de poemas, o canciones, como se prefiera, que cuentan algo sobre la obra y el gran poeta, con un estilo muy similar a los siguientes 52 poemas que componen todo el libro. Nos deja muy claro que la obra que viene a continuación es un manifiesto para el hombre común, donde Whitman le recuerda el poder, la magia y toda la alegría que posee. Según León Felipe, Whitman nos trae unas llaves para recordarnos que somos ricos,y una consigna que nos habla del heroísmo que cada uno de nosotros realiza a diario. No tenemos biografía,  más que una vaga reseña de poeta en las solapas del libro, porque según él "Los grandes poetas no tienen biografía/ tienen destino./ Y el destino no se narra.../se canta.../ Escuchad." Así concluye el prólogo y se abre paso al canto.

Es una emocionante aventura compuesta por cincuenta y dos poemas, cada uno con un estilo libre. No tendrán las figuras clásicas que marcaron tanto la poesía, ni rima, pero sí comparte la magia de toda la  poesía, él es el padre del verso libre. Sin utilizar todas las formalidades que la poesía había tenido, ni utilizar términos complejos, difíciles de asimilar, es más bien un canto libre, como el de los pájaros. De cada poema podemos encontrar algo que nos ayudará, porque es de alguna forma una guía para que cada uno se conozca, su nombre de alguna forma lo indica, porque habla de cantar, que en términos poeticos puede considerar como revelar, dar a conocer. El nombre es Canto a mí mismo (song of myself) y Whitman se refiere a eso en serio. No es un canto a él mismo sino a mí mismo. Habla de todos, por medio de él se identifica por todos los seres humanos, le canta a la humanidad. Así se abre la gran obra:

Me celebro  y me canto a mí mismo
Y lo que diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

La primera estrofa, que nos dice: esto es para ti. Además en  este poema revela su espíritu eterno de poeta.
Comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que muera.
 Por los siguientes versos podemos deducir que nos quiere dar un mensaje, nos quiere decir algo, similar a lo que diría un profeta, aunque él jamás se eleva a tal posición, puede que muchas veces diga que  no es humilde (mucho menos orgulloso) pero sí revela gran humildad en esas líneas. Valora a todos, sin diferencias entre maestros espirituales, o pobres convictos.

Soy del viejo y de joven,
del necio y el sabio,
indiferente y atento
maternal y paternal...
Soy de una nación gigante
formada de muchas  naciones y donde las pequeñas valen
lo mismo que las grandes (poema 16)

Encarno todas las tragedias:
la del forajido,
la del poseso,
la del convicto,
la del leproso,
la del mendigo....(poema 37)

En el canto también exalta a cada ser como un individuo y a la vez como toda la humanidad, en los anteriores versos se tienen términos generalizados para cierta clases de personas, todos personas al fin y al cabo. Pienso que hace una exaltación a toda la humanidad desde el individuo. Cuando habla de este individuo trata acerca de cuerpo y alma, dónde ninguno vale más que el otro, los dos forman un acorde hermoso. Le rinde un gran culto al "Yo", desde un punto de vista que no trata de arrogancia, como algún ignorante podría decir, ni tampoco del sentimiento romántico, sino desde esa maravilla que consiste existir. Nos enseña que cada uno de nosotros vale más que cualquier otra cosa, para nosotros mismos, un mensaje de amor hacia nosotros, porque si logramos entender nuestro valor individual, comprenderemos el valor universal. No debemos rebajarnos, sino enaltecerlos, esa es la única forma de conseguir nuestros sueños.

Y yo he dicho que el alma no vale más que el cuerpo ,
y que el cuerpo no vale más que el alma,
y que nada, ni Dios, es más grande para uno mismo que uno mismo.
Y aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado
hacia su propio funeral. (poema 48)

Y gran parte de la espiritualidad, no la hace desde la visión que se había mantenido, en la cual  todo estaba en el cielo y Dios era una figura inalcanzable, sólo podíamos arrodillarnos y rogar para poder ascender al cielo, y las referencias que estaban en la tierra eran también elevadas e inalcanzables. Esto se intentaba remarcar en las altas bóvedas de las iglesias o en la solemnidad de los templos, para darnos la impresión de que somos ínfimos frente a la majestuosidad de las cortes celestiales, para whitman el problema de Dios no lo agobiaba, para él nada esto era una cuestión que pudiera sacarlo de quicio. Veía a Dios en todo, era tan común y corriente, pues para él todo era mágico y sagrado, nada era insignificante. Si no se preocupó por el paraíso, debe haber sido porque en muchas ocasiones lo encontró aquí.

 Y digo también: no os preocupéis por Dios
 A mí, que todo me preocupa, no me preocupa Dios.
 No me preocupa ni Dios ni la muerte.
(...)En cada hora hay algo de Dios
y en cada minuto también.
En el rostro de las mujeres
y en el rostro de los hombre está Dios ,
y en mi propio rostro lo veo también cuando me miro al espejo. (poema 48)


No soy orgulloso /estoy en mi sitio solamente (poema 16) Era humilde, amaba todo, por igual y sin despreciar nada. En Canto a mí mismo  hay maravillosas enseñas para el ser humano común y corriente, escritas en un lenguaje hermosisimo, con su musicalidad pausada y aparente, con la voz de anciano sabio que podemos imaginar. Él nos quiso decir muchas cosas, ayudar, en ese canto. Es una obra llena de una profundidad inigualable y con las palabras de la persona más corriente. Una lectura que refresca la mente y el alma, para recordar quiénes somos, de dónde vinimos y a dónde vamos. Para terminar de invitar a la lectura de tan soberana obra, lo digo con las mismas palabras que hace Walt Whitman el segundo poema.

Quédate hoy conmigo,
vive conmigo un día y una noche
y te mostraré el origen de todos los poemas.
Tendrás entonces todo cuanto hay grande en la tierra y en
el Sol
(existen además millones de soles más allá)
y nada tomarás ya nunca de segunda ni tercera mano,
ni mirarás por los ojos de los muertos,
ni te nutrirás con el aspectos de los  libros
Tampoco contemplarás el mundo con mis ojos
ni tomarás las cosas de mis manos
Aprenderás a escuchar en todas las direcciones
y dejarás que la esencia del universo se filtre por tu ser.




Aquel que lee un libro


Suena el suave tema musical de la campaña de mercado. La cámara se mueve de un lado a otro, muchos niños corriendo, personas alegres saltando, parecían haber descubierto una nueva forma de vida, posiblemente una utopía que se armaba a sus pies. Todos en busca del objeto sagrado, el nuevo dios de la humanidad, aquel que todo lo podía hacer: cabe en la palma de la mano, sí que es portátil, admirada dice una ama de casa de mediana edad; Cientos de juegos, dice el niño de ojos azules saltando y moviendo su manita sobre la superficie que se movía con sus dedos, parecía asombrado; tanta maravilla sólo se podía conocer de los ángeles, bueno, eso decía el libreto. ¿Y para qué sirve?, eso está muy claro: todo. Así es, todo; responde el ejecutivo de sonrisa mefistofélica. Se alzaba sobre la humanidad como el arca perdida, la fruta sagrada, la nueva cruz que habríamos de seguir. Un gran corto sin duda alguna, muy épico, más que esa obra en la que celebraron a Tolkien, esto no se compara, se ríe el director. La música continúa, se mueven todos hacia el centro, hacia el nuevo aparato, ya sea i yo no sé qué o Black yo no sé qué. Muy buen diseñada esa presentación, se siente como aquella batalla en los campos de Pelennor, o la conferencia de dioses a la que asistió el profesor Watkins, pensaran aquellos que ignoran la verdadera magia detrás de tan magnificas obras, en su ingenuidad (por no llamarlo de una forma más monstruosa) hacen críticas que fueron diseñadas por hábiles publicistas para que aparecieran en sus mentes. Perfecto, aplaudió el productor junto con el jefe ejecutivo de la compañía cuyas oficinas están instaladas dónde el clima se mueve en ciclo, cerca al lugar dónde el cielo se pinta de muchos colores al amanecer (favor, no confundirlo con las planicies de la Patagonia o dónde están los amigables pingüinos). Existe un pequeño punto en el que se fija el presidente de la compañía, y aquel o aquella mujer leyendo, ¿qué hacen allí?. Desconcertado, el director observa, No lo sé en realidad, fue una toma a la calle, no nos fijamos, buscábamos una pequeña vista al mundo para embellecerla con nuestro toque mágico, le da un tono, pues, interesante, ¿no cree? Tal vez, responde  el trajeado, tal vez. O tal vez llamaba a la libertad, piensa, dejemos así, nadie lo notara. Así lo entregan a las masas, lo divulgan entre segmento de comedias, misterios o dramas; algunos con un pequeño toque de genialidad que superaba el hastío de tener que soportar el intermedio en tal programa, un intermedio para poder sostener todo el emporio. Aunque, la mayoría, eran producciones sin sentido, baratas, con guiones pésimos, llenos de clichés y con un nivel literario muy cuestionable; actores exagerados, con el mismo seño en todas partes, la misma sonrisa barata frente a cada cámara, la misma soberbia en todas partes, ¿excepciones?, claro que las habían, ¿Cuántas?, ni idea, pero pocas, con certeza.
Salía el pequeño corto, las ventas aparecían, la obsesión se acrecentaba, la moda se instalaba. El deseo, vano, pasaba a necesidad, adicción a sustancias: horrorosa claro está, a la tecnología: ¡Pero si es progreso!  Argumentos baratos que defienden nada más que una nueva estupidez colectiva. En fin, el poder de la cajita negra y quienes sabían aprovecharlo, no estaba en la más minina duda. No falta el ser humano perspicaz y curioso, con su mirada, ya fuera vieja y detrás de unos pesados lentes, o nueva, con los ojos brillantes de la infancia, que percibía a otra criatura. Enfrascada en algo que llaman lectura, un raro habito, a veces me entra el temor de que pase a ser un tabú. Qué tanto mira, qué tanto hace, sonríe, sí, no como los otros, no señor, éste o ésta, en serio sonríen. Tiene un rostro pacifico, con la marca de la calma y la alegría estampada en cada seña. Sus ojos se mueven, pero parecen estar perdidos en otra parte al igual que los sentidos: forma parte de otro mundo. Tampoco está aislado como los que sucumbieron a la tentación de la corporación, esos que ahora no ven más que las pantallas y las conversaciones son en sonidos sordos que carecen del calor humano, dicen leer, ¿se le puede llamar lectura?, si nos atenemos a la definición que nos puede dar el cementerio, entonces sí, a eso le puede considerar leer. Ahora, si tomamos en cuenta qué es la verdadera lectura y el lenguaje, entramos a un callejón que tiene cientos de grafitis que repiten las mismas palabras, en diversas combinaciones, incluso cambio de letras, al final sólo recitan: No, eso no es ni jamás será, leer. EL resto es juego. Es como un malo remake de una película grabada a blanco y negro, que entonces fue genial, y la nueva versión, a pesar de todos los efectos especiales y las nuevas posibilidades que nos da el nuevo milenio, es un completo fiasco. La primera versión no tendría agrado al público actual, acostumbrado que las obras cinematográficas sean lo más fieles que puedan a la realidad, creyendo que entre más cerca se encuentre el arte de la realidad, mejor es, falsa concepción. La original no tendrá todo el montaje de la nueva, serán disfraces a mano, con plumas y tela, explosiones con pólvora nada potente; sin embargo, tiene la alegría, la jovialidad, el espíritu, la pasión, el alma, eso que no tiene la de ahora. Una mala copia, que sólo en la superficie aparenta ser la primera, en el fondo, está tan vacía como el espacio, incluso más ( ni siquiera posee materia oscura) Esta vaga imitación también cumple para la comunicación entre dos personas, esa que por medio del nuevo aparato se intenta recrear, en conclusión, obviando formalidades de la lengua, no las merece, : El aparato no sirve para un carajo. La duda sobre cuantos poseedores de dichos aparatos conozcan la magia de la lectura me llega a atormentar.
Así es, está feliz, algo extraño para quienes no tienen eso que llaman a comprar, según eso que aparece. Qué estará mirando  aquella persona. Si se mira con detenimiento veremos que el título empieza con una R o una F, no se puede deducir con seguridad. Y el autor, es una B, segurísimo, quién será, Borges, Benedetti,  Bioy-Cáceres, Balzac, Byron, Baroja, otro misterio. Más allá de la portada, se difumina un mundo más grande del que podemos conocer. Uno de los observadores será muy pequeño para pensar en las posibilidades, el más viejo tendrá más idea, se pregunta si está en la gran biblioteca de babilonia o caminando por las lluviosas calles de parís, acompañado de Berthe Trépat; puede ser un naufrago a punto de viajar en el lomo de una marsopa a una isla, un Rostov sufriendo en el infierno congelado durante las guerras napoleónicas, quizá el viejo pescador cubano enfrentándose a la ferocidad de un gigantesco pez. El viejo se rinde, las posibilidades son infinitas, sólo conoce la felicidad y el espléndido viaje que atraviesa ese ser humano. Caminando entre las palabras, moviéndose sólo por un instante en los ríos de tinta, cuando se supera la idea que ellos guardan y se mueve un poco más lejos del pensamiento, cruzando por el jardín de los sentimientos, se termina el primer paso: se ha aterrizado en un nuevo universo, hermoso y delirante u horroroso y gris, sin importar las características que posea, es mágico. Es tan profundo, o más, que el punto más hondo del océano, tan denso como una estrella de neutrones, es diferente al que conocemos. Aquí vivimos otra vida, una diferente, a veces más hermosa, es un sueño, uno que nuestra conciencia genera en nuestras horas de vigilia, mientras estamos allí, la otra vida que poseemos parece estar en un país lejano. Es nuestra, sí, lo tenemos por seguro, aunque en esos momentos parece tan lejana, no es lo mismo, es una aventura diferente, sin la misma libertad. En el país lejano estamos encerrados, acá volamos, tenemos alas y las usamos, el concreto no existe, sólo el viento, un viento eterno que viene del aliento mismo que nos dio la vida alguna vez. Al pensar en el amazonas en el que buscamos a alguna tribu indígena o en el hospital donde ahora deliramos tratando de diferenciar la realidad de la fantasía, ignoramos el resto de lo que hemos vivido. Cada vez que una nueva página tiene el número uno (por defecto la mayoría de ediciones en lengua castellana empiezan en 9, 5, 11, 7, etc..) empezamos una nueva vida, desde cero, como infantes dando los primeros pasos en mundo ajeno, curioseando, conociendo, asombrados de que esto exista. A diferencia de la vida en el país lejano, aquí, después de curiosear y admirarnos, no caemos atrapados en la prisión que el mundo a preparado para matar la necesidad de fantasear y conocer que tiene los niños. En este mundo, vivimos una gigantesca aventura, ya sea de tamaño mundial como salvar a la humanidad de algún tirano, o de carácter personal, dónde nos adentramos en la mente de alguien a escudriñarla, buscar en ella respuestas y preguntas, sumirnos en los mismos delirios, sufrir, amar, llorar e incluso morir. No se puede determinar con seguridad que sucederá en ese viaje, una travesía que supera casi todas las barreras físicas posibles. Así será, por los siglos de los siglos, tan viejas como las palabras, tan eternas como las estrellas. Quienes logran conocer esos mundos, que más quieren de estos lares, encantadores sin duda alguna, aunque quién sabe realmente cuál sea mejor, un gran maestro escribió que tal vez esta vida solo fuera útil para poder soñar. "Que toda  la vida es sueño/ y los sueños, sueños son." Así termina el acto segundo de la vida es sueño. Será complicado que todos lo sepan, pero quienes han sucumbido a la tentación del vicio que es maravillarse con estas obras, que más que obras son grandes sueños, descubrirán que están inmersos en una prisión, donde la libertad no se conoce, los tiranos siempre han gobernado, desde su pequeño truco para enmarañar a una humanidad joven (o vieja?) y crear el estado, en fin, no se atreverán a negar que saborean la libertad cada vez que abren esas páginas y saltan, sí ustedes, todos los que han compartido el sentimiento, lo saben. Quién lo niega no tiene alma o habrá dejado que la sociedad asalte su cerebro para quitarle todo pensamiento propio. Describir las maravillas de leer sólo se puede hacer en una novela, poema, cuento u obra teatral; nadie se atreve a decir que el gran Hidalgo no es una muestra de lo que es vivir un sueño, ese héroe gracioso revivió todo lo que un día soñó, y lo transformó en otro sueño, al final "despierta" para regresar a la "cordura" pero cervantes dejó grabada en toda la obra lo que significa leer, soñar y vivir.  Alonso Quijano realmente despertó, o cayó en una pesadilla al dejar sus andanzas, lo tildaron de loco, sin embargo, antes de morir, podría jurarlo, él se dio cuenta que no había tenido nada más importante en su vida que esa loca aventura, por primera vez había vivido: él fue Don Quijote de la Mancha, el más grande caballero andante de todos los tiempos. Cervantes no lo escribió, pero, alego que muchos aceptarán mi conclusión: el último pensamiento que habrá atravesado la cabeza de ese viejo habrá sido "Yo soy Don Quijote de la Mancha" él, sobre Rocinante y junto a su leal escudero. Una sonrisa en el rostro del viejo, y su ascenso al paraíso. Un ejemplo de la literatura universal, de los más conocidos. Salir de ese mundo es como volverse a dormir, retornar al sueño, pesadilla, o lo que sea, ese recurrente, repetitivo, el cual estamos obligados a vivir. Estamos de partisanos en Yugoslavia, viendo el hermoso paisaje, un venado que pasa, el agua cristalina, esperando la libertad que conseguiremos, preparados para dar nuestras vidas para eliminar a ese enemigo con sed de sangre que envenena nuestras agua y esclaviza a las mujeres y niños mientras masacran a los adultos. Un repentino ruido, fuerte y explosivo, el chirrido de un auto al frenar, el gritó de un peatón enfurecido, la rabia del vecino porque su maldita lavadora no funciona, nos saca de ese estado. Dejemos el paraíso natural para recordar donde estamos, aunque sea una actividad solitaria, lo más probable es que en muy pocas ocasiones nos sintamos tan acompañados. Nos podrán haber raptado de ese lugar, aún así su atracción es tan grande, tan poderosa, nos toma un instante retomar el lugar dónde estábamos, volver a la fantasía que nos sabemos si es realidad, escapando de todo, liberándonos, tal vez sea, viviendo por primera vez.

Quién haya leído sabrá lo que es la libertad, la paz, conocerá el alma tal y como es, reconocerá la unión universal que tiene un libro con sus lectores. Ya que por fin ha saboreado el verbo: "libre", no se dejará tentar por tantos ataques a dejar la consciencia individual para convertirse en una máquina útil, algunas veces podrá caer, dejarse llevar por un rato, criaturas débiles somos. Sin embargo, siempre habrá de retornar a su maravilloso paraíso, no tiene que estar lleno de ángeles, tal vez la paz de dios no esté en todas partes, pero es su paraíso, su maravilla, su  sueño, su vida. Espero que tú, alma curiosa, espíritu apasionado, puedas cruzar los agobiantes valles de concreto, superar las escarpadas laderas de la montaña y arribar a la planicie donde un edén aguarda. Eso es leer, conocer el Edén.









La respuesta a una pregunta sobre amantes del Rock n' Roll

Aquí tengo un pequeño comentario sobre .. "¿Por qué los "rockeritos" critican tanto el reggaetón?" (cito a un amigo)
"Después de haber leído hoy un par de ensayos sobre arte, una música que deshumaniza el público, en términos de Sábato, y no llama a la libertad y rebeldía que le pertenece por naturaleza al arte, además de ser un llamado a placeres nimios, citando a tólstoi, no es más que una vaga imitación de lo que puede ser la música. Por cierto, las palabras o expresiones consideradas "groseras", bien usadas por quiénes saben hacerlo, pueden expresar mucho, aquí no se puede poner qué es moral o inmoral, sino qué transmite sentimientos y qué no. Valdría agregar que el género que defiendo nace en un momento de desesperación y horror en el mundo, postguerra y guerra fría, para expresar el desencanto y la necesidad de libertad y hermandad. El otro nace apuntando a venderse en tiendas, ocultado por una capa del placer que controla al ser humano, y se mueve en los círculos de las masas desde ese entonces. No niego que el rock allá tenido sus bajas, mucho menos que sea perfecto (sólo unos pocos lo lograron) pero tiene alma, espíritu, corazón. Por eso criticamos eso, que inunda la vida diaria de muchos (me veo obligado a escucharlo muchas veces) además de controlar las emisoras; es por esa pasión tan grande, ese fuego que produce el rock que nos obliga a querer mostrarles a los demás que existe cierta fuerza inmortal que llega en los acordes de quinta, las escalas pentatonicas o esos gritos en LA mayor; algo que no existe en lo que suena en la radio acompañado de sonidos electrónicos, no es por el placer de simplemente criticar y creernos superiores, es por un acto de fe que hacemos eso. Si no estoy mal, un gran exponente del género R aseguró que la música es 90% negocios, 10% talento. No podemos permitir que lleven a una de las bellezas de la humanidad a convertirla en no más que un simple negocio. "La música debe brotar de la sangre del corazón del hombre, y lágrimas de los ojos de la mujer." Beethoven, de ahí brota nuestro género, no todo, tendrá sus excepciones, no llevará siempre el estandarte de la libertad, ni se podrá comparar con la obra del maestro que acabo de citar, sin embargo no queremos permitir- por el bien de la humanidad- que todo se reduzca a máquinas y dinero."
 Valdría agregar algo al final, para dar cuenta que no quiero alimentar ningún conflicto, y sin embargo genera cierto placer disertar, pero al fin  y al cabo no muchos entienden que las cosas no se necesitan tomar desde una perspectiva gris y seria :  Por cierto, la vida es para reírse , y esto y todo es para reírse, así que dejen de joder los que joden y de pelear los que pelean, cada uno con su cuento, que al fin y al cabo venimos y, tal vez, vamos para el mismo lugar. Ríanse....ríanse....